Confesiones de un artista en crisis
El reconocido intérprete canadiense de 31 años expresó públicamente su estado emocional durante las celebraciones del Día del Padre, generando preocupación entre sus seguidores y medios de comunicación. A través de sus redes sociales, el artista manifestó sentirse “roto” y agotado por el proceso de intentar superar sus dificultades personales.
Críticas a quienes le piden recuperación
En un mensaje publicado en Instagram, Bieber cuestionó duramente a quienes le recomiendan buscar una cura para sus problemas: “¿No creen que si hubiera podido curarme yo mismo ya lo habría hecho?”. Esta declaración refleja su frustración ante las presiones externas, mientras atraviesa lo que parece ser una profunda crisis mental.
Revelación de conflictos internos
El cantante reconoció públicamente sus problemas de ira, indicando que sus intentos por solucionarlos solo lo enfurecen más. En sus palabras, también hizo referencia a su fe religiosa como fuente de inspiración: “Jesús es la única persona que me impulsa a querer centrarme en los demás”, aunque expresó cansancio por constante enfoque en su persona.
Polémica con seguidores y ruptura de amistad
Bieber mostró su descontento ante las constantes preguntas sobre su bienestar, pidiendo a sus fans que “dejen de preguntar si estoy bien”. Paralelamente, hizo pública una discusión con una persona no identificada, culminando con la rotura de su relación de amistad. “Esta amistad se acabó oficialmente. Nunca aceptaré que un hombre me ataque con furia”, declaró el artista.
Reflexión sobre relaciones interpersonales
En su alocución, el músico incluyó reflexiones sobre el trato hacia personas traumatizadas: “Pedirle a una persona traumatizada que no se traumatice es simplemente cruel”. También envió un mensaje general sobre la proyección de inseguridades, afirmando que “Su preocupación no se percibe como preocupación, es simplemente opresión, bicho raro”.
“Estoy roto. La gente me sigue diciendo que me cure. ¿No creen que si hubiera podido curarme yo mismo ya lo habría hecho? Sé que tengo problemas de ira. Jesús es la única persona que me impulsa a querer centrarme en los demás. Porque, sinceramente, últimamente estoy harto de hablar de mí mismo, ¿tú no? Dejen de preguntarme si estoy bien. Dejen de preguntarme cómo estoy. Yo no les hago eso. Porque sé cómo es la vida para todos. Es difícil. Pedirle a una persona traumatizada que no se traumatice es simplemente cruel. Esta amistad se acabó oficialmente. Nunca aceptaré que un hombre me ataque con furia… No bromeaba cuando te dije que no te necesitaba como amigo. Tengo buenos amigos… que respetarán estos límites. Animemos a nuestra gente a no proyectar nuestras inseguridades en los demás. Su preocupación no se percibe como preocupación, es simplemente opresión, bicho raro. Nunca reprimiría mis emociones por alguien y que si a la persona no le gustaba mi enojo, no le gusto”.