Celebridades
Influencer brasileña pierde la vida en Estambul tras complicación postoperatoria en cirugía estética
Tragedia en el proceso de liposucción
El 15 de junio de 2025, la creadora de contenido brasileña Ana Bárbara Buhr, reconocida como Ana B en plataformas digitales, falleció en una clínica de Estambul durante la recuperación de una liposucción. Las autoridades turcas analizan si hubo fallas en los protocolos médicos.
Según revelaron las investigaciones iniciales, la joven de 31 años no respetó el período de ayuno preoperatorio obligatorio. La noche antes del procedimiento asistió a un evento junto a su marido, el artista Elgar Sueia, y el especialista que la atendería. Pese a que el equipo médico fue advertido sobre la situación, decidieron continuar con la cirugía.
Complicaciones durante la recuperación
Durante la etapa de despertar de la anestesia, la paciente presentó una fibrilación ventricular que evolucionó en paro cardíaco. El personal médico realizó intentos de reanimación durante una hora y media, pero no lograron estabilizarla.
“El ayuno es una medida no negociable, y cualquier paciente que lo incumpla debe ser reprogramado, nunca operado”, recalcan los expertos.
Profesionales del área quirúrgica resaltan la importancia del ayuno preoperatorio para prevenir riesgos como la broncoaspiración, que puede causar arritmias, dificultad respiratoria o fallecimiento.
Perfiles y circunstancias del viaje
La creadora de contenido había alcanzado notoriedad en TikTok e Instagram por sus publicaciones sobre música, moda y vida social. Con más de un millón de seguidores, su viaje a Turquía formaba parte de su reciente luna de miel y un convenio promocional con la institución médica, que le otorgó la cirugía de manera gratuita a cambio de difusión en sus redes sociales.
Indagaciones sobre responsabilidad
El centro médico donde ocurrió el incidente enfrenta una revisión legal por parte de las autoridades sanitarias turcas. El esposo de la fallecida aseguró haber notificado al personal sobre el consumo de alimentos por parte de la paciente antes del procedimiento.
“Si se demuestra que el personal médico ignoró el protocolo de ayuno, el caso podría considerarse mala praxis, incluso si la paciente firmó un consentimiento informado”, explicaron especialistas en legislación médica.
El suceso ha generado reflexiones sobre los riesgos asociados a minimizar protocolos médicos en intervenciones estéticas, especialmente cuando se combinan con intereses comerciales.