El eterno retorno de historias deportivas
Un filme sobre competencias automovilísticas revive una estructura narrativa familiar: un protagonista controversial, un colectivo en desgracia y una transformación colectiva. El guion parece sacado de otros relatos deportivos aunque esta vez se desarrolla en el mundo de la Fórmula 1.
Retorno inesperado en la pista
Brad Pitt da vida a un exconductor que abandona su retiro para integrarse a una escuadra moribunda. Su participación inicialmente genera conflictos internos, pero su estilo de conducción no convencional termina contagiando a todo el equipo.
Desafíos internos y externos
El protagonista no solo debe enfrentar resistencias dentro del grupo, sino también la presencia de un inversor interesado en el fracaso del proyecto. Esta figura oscura manipula decisiones clave buscando el colapso de la organización para aprovecharse económicamente.
Romance en medio de la tormenta
La directora técnica, primera mujer en ocupar ese cargo en la F1, representa otro elemento narrativo clásico: la figura profesional que se mantiene imperturbable ante los intentos de conquista del protagonista, hasta que finalmente establecen una conexión genuina.
El triunfo como clímax inevitable
En la carrera final, tras múltiples obstáculos, el equipo logra una victoria histórica. Esta secuencia contiene todos los elementos esperados: reconciliaciones, sacrificios y una emocionante llegada que conmueve al público.
¿Fórmula nueva o repetición inevitable?
El filme reconoce abiertamente su deuda con otros relatos deportivos, desde el fútbol hasta el béisbol.
“Lo hemos visto en fútbol, béisbol, básquet… y ahora en Fórmula 1”
. Sin embargo, esta repetición no necesariamente resta valor a la experiencia cinematográfica.