Tragedia y transformación en la vida del médico italiano
El doctor Pierdante Piccioni experimentó un fenómeno inusual luego de un accidente automovilístico. El 31 de mayo de 2013, al recuperar la conciencia en una clínica del norte de Italia, su mente permanecía estancada en la fecha de 25 de octubre de 2001. “Permanecí en coma unas 6 horas y cuando me desperté, mis colegas me preguntaron, ‘¿cómo te llamas?’ Traté de responder. No podía hablar muy bien”, relató el especialista.
“Y cuando preguntaron: ‘¿Qué día es hoy?’, pensé. 5-6 segundos y respondí: ’25 de octubre de 2001′, y vi la incredulidad en sus ojos. Confirmaron que efectivamente ese día había sido jueves, algo que para mí era completamente normal”. El profesional de la salud se percató de que algo extraordinario había ocurrido cuando observó a su esposa: “La persona que entró era alguien como mi mujer, pero con muchas arrugas, pelo diferente, gafas… totalmente distinta”.
Descubrimiento de una nueva realidad
El entorno familiar sufrió transformaciones notables para Pier. “Mis hijos, que en mi mente eran niños de 8 y 11 años, eran dos adultos de 20 y 23 años, ¡totalmente diferentes!“. La situación se agravó cuando comprendió que su madre había fallecido durante esos años perdidos. “Lo primero que quise hacer al salir del hospital fue ir al cementerio, y sólo cuando vi su fotografía en el cementerio, me di cuenta de que era cierto, y fue terrible”.
El mundo moderno lo sorprendió con avances tecnológicos: “Me mostraron todos los avances técnicos de esos 12 años: internet, WhatsApp, correo electrónico… Yo me acosté con el fax y me desperté con el correo electrónico”. Las resonancias magnéticas revelaron lesiones cerebrales en áreas asociadas a la memoria a largo plazo.
Reconstrucción emocional y profesional
La adaptación a esta nueva realidad fue ardua. “Era como un extranjero en un mundo que no entendía. Me sentí solo. Nadie me entendía. Nadie podía entenderme. Y me sentí solo durante mucho tiempo porque mi mamá había muerto, y mis hijos, esos niños, murieron y fueron reemplazados por dos adultos”, confesó el médico. A pesar de las dificultades, logró reincorporarse a su profesión tras superar más de 63 evaluaciones técnicas y psicológicas.
Su transformación personal lo llevó a especializarse en geriatría, atendiendo pacientes con demencia. “Todo el mundo dice: ‘eres más empático, me escuchas. Antes me hablabas, ahora te callas’. Y cuando escuchas pacientemente, has hecho la mitad de tu trabajo, pues los pacientes te lo cuentan todo”. Su experiencia inspiró producciones televisivas como la serie italiana “Doc-Nelle tue mani” y la adaptación estadounidense “Doc” de Fox.
Reencuentro con la identidad
El proceso de autodescubrimiento incluyó revisar 76,000 correos electrónicos: “Leí todos los correos, más de 76.000, para tratar de entender quién era yo. En algunos encontré confirmación de que era un hombre y un jefe malo, una persona severa, y me entristecí”. Su esposa le reveló que se había convertido en un adicto al trabajo durante esos años perdidos.
“Cuando descubrí eso, me pregunté por qué, pues en mi mente no era un bastardo, pero tampoco era el jefe”. Sus colegas lo apodaban “El Príncipe Bastardo” por su estilo directo y exigente. Sin embargo, tras el accidente, su entorno notó un cambio positivo: “Si hubiéramos sabido que un golpe en la cabeza te haría mejor persona, te habríamos golpeado antes”, le comentó un compañero.
Desafíos cotidianos y perspectiva renovada
A pesar de su adaptación, Pier enfrenta situaciones complejas: “Cuando me despierto, me siento de 53 años; durante el día descubro que tengo 65 años. Tengo que decirme a mí mismo: debes ser feliz. En el pasado fui feliz, en el presente y en el futuro debo ser feliz”. Su visión sobre el mundo cambió radicalmente, especialmente respecto a avances sociales: “Estoy orgulloso de vivir en otro tipo de mundo, en un mundo donde, por ejemplo, las mujeres en mi profesión alcanzan mucho más que antes los niveles más altos, y eso es muy importante”.
Su diario personal, que documentó durante su proceso de recuperación, se convirtió en el libro “Meno Dodici”, base de la serie que relata su extraordinaria experiencia. Aunque lamenta pequeños cambios como “El costo del espresso macchiato”, considera que su nueva realidad, aunque diferente, representa una segunda oportunidad de vida.